jueves, 26 de diciembre de 2013

Un día cierras los ojos


Un día cierras los ojos y te pones a pensar en el pasado, en los pasos realizados en vano, en cada error cometido por no haber razonado a tiempo. Un día cierras los ojos y te pones a pensar en los sueños, en los sueños lejanos, en esos que nos falta la actitud y la perseverancia para alcanzarlos. Un día cierra los ojos y te pones a pensar en la vida, en cómo hemos llegado hasta aquí, en cómo hemos conseguido ser quienes somos, en si vamos por el camino correcto, en si todo lo que vivimos es una estrategia del destino o simplemente todo surge sin más. Un día cierras los ojos y crees que la vida te roba los motivos para sonreír, para luchar, para seguir soñando. Un día cierras los ojos y crees que la soledad es tu mejor aliada, tu mejor compañera, tu mejor amante. Un día cierra los ojos y empiezas a plantearte si la vida realmente merece la pena.  Un día cierras los ojos y te das cuenta de que tu vida solo es una marioneta manejada por cientos y cientos de manos llevándote hacia un lado y hacia otro, por cientos y cientos de mentes decidiendo por ti, condicionándote y haciéndote elegir lo que ni si quiera te has parado a pensar. Un día cierras los ojos y empiezas a dudar de quien realmente eres, empiezas a dudar de ti mismo y a darte cuenta de que tal vez eres solo un objeto, un objeto más manipulado por esto que llamamos sociedad.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Reflexionando el año, un 2013...



He caminado, he parado; he suspirado, he seguido.  
He mirado, he observado; He llorado, he reído. 
He imaginado, he pensado; he abrazado, he sentido. 
He ansiado, he anhelado; he olvidado, he sonreído…

He arrojado al mar pensamientos, creencias, especulaciones e infinidades de intentos fracasados. He lanzado al vacío las preocupaciones, los miedos y el recelo. He caminado y al caminar he recolectado los rescoldos de sonrisas y miradas que me he ido encontrando, y he dibujado en el aire un nuevo destino. 

He querido con toda el alma y he llenado mi mente de ideales. He imaginado un mundo perfecto,  un mundo sin tormentos, sin soledad, sin ese sentir de necesitar y sin esa necesidad de imaginar.

Me he enfadado con la vida, con el mundo, me he enfadado con el vacío, con el destino, con la injusticia. He sufrido la espera y me ha dolido la impotencia. He llorado un adiós para siempre, y me ha consolado su alivio. 

He observado de cerca la lucha, la fortaleza, la inquietud, y he conocido la espera impaciente y temerosa de una voz que calmara el miedo,  mi miedo y el miedo que he percibido en miradas de mi alrededor. 

He avanzado, he avanzado varios pasos, a paso lento pero firmes. He ganado seguridad, conocimientos, experiencia, capacidades. He razonado y he comprendido que se puede llegar mucho más allá de tus pensamientos y de tus ideas. He ganado el saber que soy capaz, el saber que soy algo más de lo que conocía de mí. 

He aprendido a valorar el camino, a multiplicar por mil las ganas y la ilusión. He aprendido que nunca es tarde para volver a intentar, que la lucha constante y el esfuerzo son dos pilares fundamentales para conseguir tus objetivos, y  que cada segundo que pasa son instantes que debemos aprovechar, porque cada instante, por muy pequeño que sea, puedes hacer de él una nueva oportunidad.



sábado, 21 de diciembre de 2013

Algunas veces eres solo alguien más



Algunas veces te veo como alguien más, como una ráfaga de luz que pasa por mi lado sin detenerse. Algunas veces eres eso, solo alguien más, alguien a quien únicamente puedo mirar.

Algunas veces no eres más que un guion, un personaje guiado por mi instinto, algunas veces no eres más que un cuerpo sin alma, un cuerpo sin ser. Algunas veces te conviertes en aire, otras en suspiros, y otras en letras.  Algunas veces te conviertes en melodía, en historias, en olores, en lugares, en miradas, en palabras. Algunas veces, te conviertes en sueños, en destino, en esperanza.  Algunas veces eres vacío, realidad incierta, placer inventado. Algunas veces te busco, y en la penumbra de la noche, algunas veces te encuentro. Algunas veces te sueño, y al despertar en las mañanas, algunas veces a mi lado te siento.

Algunas veces me resisto a pensar en que eres para mi ese algo más, porque algunas veces eres eso, solo alguien más, alguien a quien únicamente puedo mirar.