miércoles, 18 de marzo de 2015

Vive



Como si hoy fuese el último día de tu vida: Sal a la calle; aunque llueva, aunque el frío queme. Sal y respira; siente como el aire se acerca, roza tu cara y sigue su camino. Sal, sonríe y conquista un alma. Sal y busca el mar; mira al horizonte y espera una puesta de sol. Sal y conoce el mundo; camina por calles habitadas, por callejones oscuros. Sal y tiéndele la mano al que divaga; ayuda a un pobre, rescata a un animal. Encuéntrate con la vida, con el tiempo, con la soledad, contigo mismo. Sal y continúa aprendiendo; observa la sonrisa de un niño, la sabiduría de un anciano. Sal sin olvidar lo que dejas atrás;  sigue construyendo lo que un día dejaste a media, vuelve a intentar. Sal y ve a por tu sueño; recupera lo que un día te trataron de quitar, devuélvete la ilusión. Mira tus pies por un momento y grítate –¡PUEDES!- Camina hasta que tus pies sientan dolor y recuerda que el dolor es la señal de que sigues viviendo.

Vive tu vida de modo que, cuando llegue ese fin de tus días, mueras sonriendo.