Fui caminando, despacio, casi sin mover mis pies del sitio, fui caminando hasta que mis manos alcanzaron su cintura, hasta que pude percibir su respiración en mi frente. Pude descubrirla en un estado tan diferente al de siempre. Su sonrisa no se esparcía por todos y cada uno de los lugares de nuestro alrededor, simplemente se centraba en mi mirada y en mi alma. Sus manos, se limitaban a quedarse en el aire, sin terminar de atreverse a descubrir lo que mi piel ansiaba contarles. Su mirada, clavada en mi mirada. Un silencio, que sin decir nada decía tanto, un silencio que quise interrumpir con un suspiro, el cual fue lo definitivo para que decidiera elevar su mano izquierda hacia mi pecho, a la altura del corazón. -¿Lo sientes? le dije.- Asentó su cabeza con una media sonrisa en su rostro, a lo que seguidamente añadió –Lo siento, siento tu corazón como si fuese parte de mí, como si los latidos salieran de la palma de mi mano. – Dejó caer su mano, sin apartarla de mi cuerpo, quiso bajar hasta llegar a mi cintura, y permanecer ahí. Y así estábamos las dos, yo agarrada a su cintura y ella a la mía, nuevamente sin hablar, solo mirándonos y respirándonos. Por mi mente pasaban tantas curiosidades sobre ella, estaba disfrutando el momento, empapándome de su olor, de su aliento, de su sentir, pero quería saber más, me moría de ganas por saborear sus labios, por descubrir con mis manos todas y cada una de las partes de su cuerpo, por contemplar absolutamente toda su belleza, encontrar imperfecciones, las cuales sabía que serían inexistentes para mí. Ya no era capaz de poder imaginarla de diferente forma que no conmigo, desde ese preciso momento se había convertido en mi otra mitad. Sabía perfectamente que había nacido para encontrármela en mi camino.
Te has instalado aquí, dentro de mí y no quiero que te
vayas, me gusta sentirte, hablarte, contarte, besarte, acariciarte, mirarte,
abrazarte, morderte, me gusta hacerte sentir mía, hacerte mía. Quédate aquí,
dentro de mí, no te vayas, no te alejes. Te has instalado aquí, dentro de mí,
dentro de mi corazón, dentro de mi mente, eres mi mejor imaginación y no quiero
te vayas.
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