jueves, 24 de octubre de 2013

Dime la verdad



Ahora que el tiempo pasó,
Que cada cual está en su lugar,
Ahora, quisiera saber la verdad.

Ahora que el tiempo pasó,
Que volamos en una opuesta dirección
Quisiera tener la respuesta,
Quisiera saber la razón.

Ahora, que nada es igual, que todo cambió,
Que sin mirar atrás hablamos sin más,
Ahora, que tú y yo, solo somos tú y yo.

Ahora dime, dime qué pasó, qué cambió
Qué te hizo salir corriendo
Casi al mismo tiempo que me jurabas amor eterno.

Dime, dime la verdad.
Qué te hizo cambiar.

Y dime, dime qué pasó, que cambió
Qué te hizo salir corriendo,
Si mientras me besabas, un adiós planeabas.

Ahora dime, dime la verdad.
Qué te hizo cambiar.

Explícame el error.
Dime qué hice mal.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Un olor casi olvidado



Un olor casi olvidado, 
que permanece en un recuerdo casi desintegrado.
A veces un olor no es más que cientos de recuerdos, 
y a veces un olor se olvida, al igual que se olvidan los momentos.

Un olor no es más que un baúl lleno de fotografías 
fotografías en blanco y negro, 
fotografías desgastadas, captadas en tu memoria. 

Un olor casi olvidado, 
que de repente llega a ti, 
volviendo a tu memoria infinitas sensaciones, 
colmando de dolor tus sentidos,
recalcando grandes verdades, 
volviendo a crear preguntas sin respuestas.

Un olor no es más que un antes y un después. 
Una marca en el centro, una línea justo en medio, 
Una linea separando la felicidad del dolor.

martes, 22 de octubre de 2013

Cada día.



Necesito escribir, tantas veces como pienso en ti, tantas veces como tantas caricias quisiera darte. Necesito escribir, al igual que necesito colmarte de besos la espalda. Necesito escribir, pero mi cabeza solo tiene hueco para ti, ni siquiera deja uno pequeño para las mil y una cosas pendientes por hacer. Necesito escribir, y ni una palabra logra pasar por mi mente para así expulsar todo lo que se va colmando en mi interior, ni si quiera una palabra para describir los suspiros de cada mañana al abrir mis ojos y comprobar que tú eres el primer pensamiento de todas y cada una de ellas, incluso antes, mucho antes de que se cuele el primer rayo de sol por los huecos de mi persiana. Eres como ese primer rayo de sol de las mañanas, capaz de iluminar mi despertar y hacerme saber que aún me mantengo con vida, y que soy capaz de sonreír por el simple hecho de saber que existes, que estás a tanta distancia de mí, casi imposible de alcanzar y aún así tener la capacidad de ir colándote por cada rincón de mi ser e iluminarme, a mí e iluminar mis pasos… porque así, en la distancia, a casi años luz de mi, iluminas y le das vida a cada paso que doy.

Y es que lo necesito, lo necesito cada día, escribiría cada sueño, cada pensamiento, cada vez que te cuelas sin permiso bajo mis sábanas, cada vez que pronuncio tu nombre con la necesidad de una respuesta, con la necesidad de oír tu voz susurrándome cualquier cosa que se te ocurre, qué más da el qué, pero oírte, oír tu voz, calmada, paciente, tranquilizando mi inquietud de tanto anhelarte.  Y escribiría, y escribiría… y dejaría grabado en un papel cada huella que dejas en mí, cada vez que le lanzo al vacío una sonrisa sin un motivo coherente, sin un porqué, sin un motivo fuera de mi mente, sin una realidad. 

Pero escribiría, y escribiría… si me dejaras, escribiría, si no me aturdieras, escribiría, si dejaras de descomponer mi alma, escribiría, y así lo haría, cada día.

jueves, 3 de octubre de 2013

Ahora, ...



Es ahora cuando tú llegas, cuando vuelves, cuando comienzas a extrañarme y sientes la necesidad de cobijarte de nuevo en mi piel, impregnarte de cada roce, de cada gota de sudor, de cada lágrima, de cada suspiro, de cada sonrisa que se me escapa. 

Es ahora, solamente ahora. Ahora, porque cada instante es ahora. 

Es ahora cuando me miras, deseosa de mis besos, ansiosa de mi amor. Es ahora cuando vuelves, cuando me miras, cuando puedo ver en tus ojos lo que ansías, lo que deseas que vea, lo que me expresas sin palabras, sin voz. ¿Sabes? Lo veo, puedo verlo. Puedo ver cuando me piensas, cuando suspiras, cuando agachas la mirada sin saber qué hacer, o qué decir, cuando sonrío y sin darte cuenta tu rostro se ilumina… Y yo callada, intento disimular, no sé qué hacer, intento esquivarte, esquivo tu mirada, pero algo se me escapa… Y son las mil razones para silenciarme, para dejarte escapar, para hacer como si nada. Se me escapan los motivos… y te dejo ir, sin más.

Y es ahora, cuando tú llegas, cuando vuelves, cuando me miras, cuando me piensas, cuando suspiras…

Es ahora, solamente ahora. Ahora, porque cada instante es ahora.



- Desde el otro lado -