Quisiera escribirte una carta,
como cual adolescente, escribirte y dejarla caer
en algún lugar sin que me puedas ver.
Una carta anónima, sin nombre,
Y describirte cada lugar donde vas que ni tú conoces,
Que visitas sueños cada noche.
Hablarte de todo que, de ti, ni si quiera sabes.
Y que supieras que de alguien eres dueña
de todos sus sueños y despertares.
Que un buen día llegaste, alumbrando cualquier vida
Una vida que andaba perdida,
Sin ganas ni ilusiones, con sueños rotos,
provocando de nuevo la risa, los celos,
celos por nada, celos por todo,
celos del aire que roza tu pelo a su antojo.
Escribirte una carta sin firma, sin nombre,
Pues tienes derecho a saber
lo que para alguien has llegado a ser,
que una mirada llevas tatuada en la piel.